Algunas cosas no cambian

Nunca

lunes, 18 de febrero de 2013

¿Podemos tomar decisiones Racionales?



Los primeros capítulos del libro de Kreps son un resumen de teoría de las decisiones, que es en palabras llanas una formalización de las reglas que alguien que trata de mejorar su utilidad debe seguir cuando se enfrenta a distintas loterías (distribuciones de utilidad entre ciertos pagos). Esta teoría propone las características que debe tener la toma de decisiones.

Algunos de estos supuestos han sido violados en el laboratorio y en el campo, presentándose como evidencia de que el “homo economicus” no es un modelo fiable, yo comparto la postura de Levine cuando dice que como toda teoría hay campos en los que se puede aplicar y otros done pierde poder predictivo. También ha habido otras posturas como el “homo heuristicus” de Gigerenzer o ajustes la teoría en términos que formas alternas de la función de utilidad o de la probabilidad como es el caso de Teoría del Prospecto. Estos diferentes “homos” que tratan de dar cuenta de la realidad de la conducta humana son solo diferentes teorías, y volviendo a Rubistein; diferentes “cuentos”, la mayoría de ellos aceptan cierto grado de racionalidad pues con limitaciones o nuevas consideraciones el supuesto dentro de la teoría de las decisiones de que hay consecuencias que preferimos a otras y podemos ordenar nuestras posibilidades (función de elección)se mantiene, incluso en posturas como un “homo sociologicus”, no se podría entender sin la existencia de preferencias socialmente construidas.

Hay otras posturas que pueden tener un punto de vista más radical, como proponer una racionalidad en términos de la persona que toma las decisiones y no busca consistencia con alguna teoría sino que la persona esté de acuerdo con su propia decisión, este es el caso de la postura de Gilboa. Sin embargo a mí no me parece tan acertada esta definición pues tendríamos que de las únicas cosas no racionales estarían las elecciones intertemporales, o lo que Rachlin define como impulsividad, y podemos también tener casos donde malos razonamientos si llevan a resultados peores como el caso de la paradoja de las tres puertas; la teoría nos dice que cambiar de elección es lo más racional, agentes que solo usan reforzamiento para guiar su conducta lo resuelven bien, pero una mala aplicación de la teoría lleva a no cambiar y por tanto recibir la mitad de los reforzadores que se recibirían por cambiar.

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